¿Quiere que su infraestructura esté dentro o fuera de sus instalaciones? ¿Desea ejecutarla usted mismo o tener a alguien que lo dirija para usted? ¿Quiere comprar o alquilar el equipo? ¿Quiere parte de su infraestructura alojada en la nube? Y si la respuesta es sí, ¿nube pública o privada? Con tantas opciones, puede ser confuso determinar qué parte de su infraestructura quiere actualizar, modernizar y mejorar en primer lugar, pero las decisiones son más fáciles cuando se centre en lo que su empresa quiere lograr. Una vez que lo tenga claro pueda decidir qué cambios deben producirse para cumplir con esos objetivos de negocio.
Negocio y TI deben trabajar juntos
A la hora de realizar cualquier cambio, el negocio y la organización de TI deben tomar decisiones juntos. El impacto que en el negocio tengan los cambios de TI debe ser la pieza central del proceso de toma de decisiones.
Recuerde que usted está compitiendo contra otras inversiones de la empresa. Piense en el impacto financiero de sus decisiones. Cada dólar invertido en el parque informático es un dólar que no está disponible para la innovación. Cuando pueda cumplir con los acuerdos de nivel de servicio y mantener los sistemas heredados en marcha, pero a un coste más bajo, es una victoria para la empresa y para las TI.
Abrace la cloud híbrida
Atrás han quedado los días en que podía albergar toda la infraestructura en un centro de datos tradicional. Igualmente improbable es la idea de que pueda acoger toda su infraestructura en la nube, de ahí la importancia de abrazar el concepto de la nube híbrida.
Casi todas las empresas que existan necesitarán algún tipo de infraestructura híbrida para soportar su crecimiento e innovación. En este sentido, la nube es la herramienta, no el destino, y son muchas las opciones disponibles. Es posible que necesite valorar todas esas opciones para lograr lo que sus socios de negocio están buscando.
Adoptar un gobierno y gestión adecuados
Independientemente de dónde resida su infraestructura, hay que situar la estructura de gestión y de gobierno en la parte superior de la misma.
En esencia, los objetivos de negocio se centran en tres cosas: el coste, el crecimiento, y el riesgo, y esto hace referencia a la parte del riesgo de esa ecuación. No importa dónde residen los datos, la organización de TI será el guardián de la seguridad. La responsabilidad del cumplimiento regulatorio y la soberanía de los datos recaerá en el área de TI.
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